Una
de las características que más limita y condiciona la comprensión de lectura
desde distintos tipos de texto que se usan en las diferentes áreas del saber
pedagógico se denomina vocabulario. Es decir, el uso de palabras cotidianas no
es suficiente para garantizar que un estudiante acceda acertadamente al
aprendizaje. Siempre, en el ejercicio de la docencia y sin hacer
discriminaciones de áreas, asignaturas o materias, surgen palabras que por su
poco uso son desconocidas para los estudiantes y en algunos casos, para los
mismos docentes.
A
esto se suma una cultura de desuso del diccionario. En medio del estudio o de
la lectura de un texto, suele presentarse que el amigo primordial del
vocabulario esté ausente. No se ha cultivado el uso del diccionario para
aclarar el vocabulario desconocido en el desarrollo de un taller por ejemplo de
ética, o sociales, o biología. Ésta no es una obligación única del área de
español, pues la exposición al léxico complicado es una constante en todas las
disciplinas.
De
otra parte, es de conocimiento general que existen serias complicaciones a la
hora de promover estrategias conjuntas que articulen las distintas áreas que
trabaja una institución Educativa. Quizá sean muchos los factores que influyan
en ello, pero no es éste el objeto de estudio de este documento, sino que se
enuncia como otro de los problemas que subyace al análisis de la adquisición de
nuevo vocabulario de parte de los estudiantes de bachillerato de la
Institución.
Por
tanto se concluye que adquirir nuevo vocabulario aumenta las posibilidades de
comprensión de cualquier texto en diversas áreas del conocimiento.
Adicionalmente que es un reto para el proyecto de aula del área de lenguaje el
lograr articular las distintas asignaturas impartidas en el colegio Alianza
Pedagógica en torno al aprendizaje de nuevas palabras desconocidas por los
mismos estudiantes.
JAIRO ABELARDO CENTENO VILLAMIZAR
LICENCIADO EN LENGUA CASTELLANA Y COMUNICACIÓN