domingo, 27 de agosto de 2023

La Calidad Educativa, un Concepto Implícito en la CINE

 

La Calidad Educativa, un Concepto Implícito en la CINE

Por: Jairo A. Centeno V.

 

La calidad educativa de una nación debería ser prácticamente uno de los objetivos centrales de todo gobernante. No obstante, para avanzar en este tema, hace falta mucho más que la voluntad del gobernante y aún, tratándose de una democracia, hace falta más que la voluntad del pueblo, porque deben implementarse medidas que requieren grandes sumas, de mucha inversión, no solo de recursos económicos, sino de inversión social para transformar desde la manera de pensar, hasta la de actuar como individuos sociables que pueden concertar y acceder al diálogo para la resolución pacífica de conflictos.

En este ensayo se aborda la Clasificación Internacional Normalizada en la Educación (CINE), desde un enfoque de la calidad. No es muy clara la relación, sin embargo, existe y ese es uno de los principales logros de este ensayo. Para conseguirlo, se recurre al análisis y a la consulta de algunas fuentes que han abordado el asunto de calidad en educación.

 

La Calidad Educativa, un Concepto Implícito en la CINE

La CINE es uno de los esfuerzos de la UNESCO por garantizar el derecho a la educación de calidad en las naciones. Publicada en 2011 es la tercera versión y reemplaza la pasada CINE expuesta en 1997, actualizándola con unas mejoras. En este ensayo abordo la utilidad de esta clasificación para un país como Colombia, país rico en diversidad, pero desigual principalmente en educación. Para ello es preciso tener en cuenta la relación de la CINE con el concepto de calidad educativa que se tiene en Colombia.

En primer lugar, la introducción de certificaciones otorgadas por los programas de educación como una unidad estadística relacionada de la CINE, aporta la primera evidencia de la calidad en educación. Para el caso de Colombia, la primera certificación es la de culminación del nivel de preescolar, sigue el ciclo de básica primaria, posteriormente el nivel de básica secundaria, las equivalencias en la CINE indican los niveles 1, 2 y 3. Sobre el asunto, vale la pena preguntarse ¿el número de certificaciones que se emitan en los distintos niveles determina la calidad de la educación?, si es así, Colombia va relativamente muy bien, porque los índices de deserción y de reprobación son bajos. Sin embargo, estos niveles están ligados al Sistema de Evaluación que se ha estipulado a nivel nacional, mas no reflejan como tal el verdadero desempeño en competencias de los estudiantes.

La educación en Colombia puede catalogarse como estancada, no se ve una mejora sustancial a través de las políticas que vienen implementándose desde hace más de dos décadas.  Los análisis que se hacen del orden internacional a través de organismos como la UNESCO no producen transformaciones sustanciales en el sistema educativo colombiano, es decir, no logran influenciar de manera significativa a quienes tienen las riendas y orientan la educación en el país. Son varias las medidas que se han llevado a cabo como estrategia para mejorar la calidad educativa del país, una de ellas se llama siempre día E. Para ampliar esto, se puede abordar la metodología ISCE desarrollada a través del día E, que mide la calidad educativa; los aspectos más relevantes en la forma como se determina la calidad en Colombia, según Buitrago Bonilla (2018), son: “el progreso, la eficiencia, el desempeño y el ambiente escolar”.  Esta información se relaciona con la CINE en tanto que aplica para los primeros cuatro niveles de la educación a nivel internacional.

Algunas instituciones gubernamentales pueden hablar maravillas de los progresos que se están adelantando en el país en materia educativa, no obstante, es al interior de estas instituciones donde se percibe el cambio si es significativo o si, sencillamente, no funciona. Si la forma de medir los avances en calidad se determina a través del ISCE en los niveles iniciales, en los otros niveles también se realiza un control a través de

 

… la creación de un primer examen de competencias básicas para quien termine el primer ciclo general de educación, mediante el cual se evaluarán las aptitudes y las competencias de los estudiantes, se reorganizan los exámenes de ingreso en las instituciones de educación superior, los exámenes profesionales de Estado, y se establecerán otros exámenes de calidad (Cerda Gutiérrez & León Méndez, 2005, pág. 33).

 

Contrario a esto, hay quienes están convencidos que a través de los resultados de pruebas estandarizadas no es posible medir la calidad de la educación (Popham, 1999), máxime en un país tan diverso como Colombia. Y eso que la CINE establece que

 

Para asegurar el cumplimiento de la CINE 2011, será necesario establecer mecanismos de control de calidad en su implementación. El Instituto planea trabajar en estrecha colaboración con los países y sus socios en materia de acopio de estadísticas de educación (incluyendo Eurostat y la OCDE) con objeto de asegurar la consistencia de los mapas con los estándares de la CINE y la actualización de estos cuando sea necesario (Instituto de Estadística de la UNESCO, 2011, pág. 25).

 

Esta situación indica que uno de los rumbos que hay que seguir consiste en analizar la evolución de la igualdad de oportunidades en educación y de esta forma abordar la calidad en materia educativa (Gamboa, 2012). Además de esto, es necesario asumir otras medidas para asegurar la calidad. Varela, Gramacho y Melo (2006), valoran los programas de enriquecimiento instrumental como alternativa pedagògica que promueve la calidad educativa.

La calidad de la educación es un asunto complejo y medidas como la establecida en la CINE contribuyen con un acercamiento, aunque indirecto, significativo para apreciar con mayor claridad algunos aspectos a tener en cuenta.

La calidad de la educación no debe restringirse a la valoración que resulta de la aplicación de pruebas estandarizadas. Más allá de ello, requiere de una intervención más profunda que permee las políticas actuales y también, la participación de cada uno de los actores del proceso educativo.

Hace falta mucho en un país como Colombia para mejorar la institucionalidad y mejorar la calidad de la educación. Hace falta compromiso, actitud ciudadana, voluntad en cuanto a la destinación de recursos y mucho interés de parte de quienes tienen el deber de educar.

 

Referencias

 Buitrago Bonilla, R. E. (2018). Transformaciones sociales y educativas desde procesos investigativos. Paxis & Saber, 9(21), 9-20. Recuperado el 18 de Septiembre de 2019, de https://revistas.uptc.edu.co/index.php/praxis_saber/article/download/8922/7516/

Cerda Gutiérrez, H., & León Méndez, A. (2005). La evaluación en la educación colombiana: a propósito de un estudio sobre la realidad evaluativa en la Universidad Cooperativa de Colombia. Bogotá: Editorial Universidad Cooperativa de Colombia. Recuperado el 18 de Septiembre de 2019, de https://books.google.com.co/books?id=hHwvTpfk5cUC&printsec=frontcover&dq=la+educacion+en+colombia&hl=es-419&sa=X&ved=0ahUKEwi3hM7YltvkAhURLKwKHSI6CoYQ6AEILzAB#v=onepage&q=la%20educacion%20en%20colombia&f=false

Gamboa, L. F. (2012). Análisis de la evolución de la igualdad de oportunidades en educación media, en una perspectiva internacional. El caso de Colombia. Estudios sobre calidad de la educación en Colombia (págs. 1-42). Bogotá: ICFES.

Instituto de Estadística de la UNESCO. (2011). Clasificación Internacional Normalizada de la Educación. Montreal: UNESCO.

Popham, W. J. (1999). ¿Por qué las pruebas estandarizadas no miden la calidad educativa? 56. W Grade, Grupo de Análisis pra el Desarrollo. Recuperado el 18 de Septiembre de 2019, de https://www.oei.es/historico/evaluacioneducativa/pruebas_estandarizadas_no_miden_calidad_educativa_popham.pdf

Varela, A., Gramacho, A., & Melo, C. (2006). Programa de Enriquecimiento Instrumental (PEI): alternativa pedagógica que responde al desafío de calidad en educación. Revista Diversitas. Perspectivas en Psicología, 2(2), 297-310.

 

 

viernes, 18 de agosto de 2023

¿Cómo sentar las bases para que los niños aprendan a Argumentar?

¿Cómo sentar las bases para que los niños aprendan a Argumentar?


En este ensayo se intentará responder la pregunta titular. Es una difícil tarea, sin embargo, con paciencia se pueden hallar referentes epistemológicos que ayuden a dilucidar una práctica pedagógica adecuada. La revolución tecnológica del siglo XXI ha permeado todas las esferas de la sociedad, incluyendo la educación. En este nuevo escenario, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han asumido un papel protagónico en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Este estudio se propone indagar la relación entre las TIC y el desarrollo de habilidades argumentativas en los estudiantes de primera infancia.

Los adelantes tecnológicos ponen de manifiesto una necesidad de comprender cómo las TIC pueden contribuir a la adquisición de habilidades argumentativas en los niños. Las habilidades argumentativas son fundamentales para el desarrollo cognitivo y social de los niños, y las TIC podrían ser una herramienta valiosa para su promoción. Sin embargo, la forma en que se produce esta relación y su potencial pedagógico aún no han sido suficientemente explorados.

Es importante tener en cuenta varios aspectos como la relación directa o indirecta que se pueda establecer entre las TIC y la argumentación, y cómo se entienden en el contexto del proceso de enseñanza-aprendizaje. Segundo, es importante reconocer la heterogeneidad de la población de estudio y las diversas maneras en que los niños pueden interactuar con las TIC. Tercero, hay que considerar la importancia del entorno escolar y el papel de los profesores en la mediación del uso de las TIC.

La edad de los 6 y 7 años, es ideal para el desarrollo de pensamiento crítico (Bejarano Chamorro & Mafla Ortega, 2019), sin embargo, muchos docentes no tienen idea de cómo desarrollar estas habilidades en sus estudiantes y por ello, no diseñen estrategias idóneas que puedan ayudar en este propósito; Incluso, Morandín-Ahuerma et al., (2022) consideran que el docente debe dominar la ciencia para aprovecharla en la enseñanza, procurando así el desarrollo del pensamiento crítico de los niños. Se ha evidenciado en algunos estudios la falta de orientación del docente para llevar al estudiante hacia un nivel óptimo de desarrollo de sus habilidades argumentativas, como lo mencionan (Jiménez Albornoz et al., 2020); es más, López Mendoza y otros, (2022) afirman que “la rigidez de las estructuras administrativas escolares dificulta el trabajo interdisciplinario y que existen pocos profesores capacitados para realizar un trabajo con estas características” (p. 161). Esto quiere decir que, salvo que el estudiante tenga un problema de desarrollo cognitivo o discapacidad, debería, a través de los estímulos adecuados, desarrollar su capacidad argumentativa, pero no sucede por falta de pericia del docente.

Por otro lado, hace falta alfabetización digital del docente; es decir, no todos los docentes que enseñan en los primeros grados de educación inicial, tienen los conocimientos tecnológicos o digitales para llevar mejores propuestas de aprendizaje a sus estudiantes; incluso algunos siguen enseñando con las mismas técnicas de hace 20 o 30 años que llevan de servicio (González Cetina y Peñaloza Caballero, 2022; Reyes-González y Martín-García, 2016). muchos docentes no ven en la tecnología un aliado, sino un enemigo que está limitando la forma de pensar de los niños. La Unesco, al igual que Unicef lo han percibido y por ello al analizar el panorama, desarrollaron documentos que orientan y denuncian la situación que afecta de manera significativa la educación (UNESCO, 2016; Unicef, 2017). Entonces, los niños no reciben contenidos actualizados de parte de sus profesores, no reciben clases donde se involucren el uso de herramientas tecnológicas para el desarrollo del pensamiento creativo y crítico.

No solo eso, la problemática también involucra a los padres de familia. Vinces Mera y Restrepo Echavarría (2022), han estudiado el fenómeno de la drogadicción y del alcoholismo en la forma como afecta a los niños en su rendimiento académico problemas de “razonamiento, atención y concentración, entre otros” (p. 56). A veces, el hogar donde el niño vive no está provisto de todo lo necesario, estos niños, en su mayoría son miembros de familias de escasos recursos económicos; padres de familia ausentes o desempleados, o que trabajan en la informalidad y lo poco que consiguen no alcanza para sostener el hogar. En términos más amplios, esta problemática coincide con los planteamientos de Chóez Plúa et al., (2023) cuando afirman que:

la comunidad influye en el proceso de enseñanza-aprendizaje del niño, si este cuenta con el apoyo de sus padres, su desarrollo se realizará con éxito; en cambio sí se encuentra en una familia disfuncional, en donde el ambiente de la comunidad es dañino, por sus malos hábitos siendo una mala influencia, se presentará problemas y trastornos en el proceso de enseñanza- aprendizaje del infante, siendo el bajo rendimiento escolar un problema común que se genera por varias causas y al no cumplir con los objetivos planteados , se estaría enfrentando a un eminente fracaso escolar (p, 2189).

 En otras circunstancias, los problemas de drogadicción y alcoholismo parecen también las condiciones de desarrollo del niño, puesto que, al tener padres que se la pasan dedicados a los vicios, no propenden para ellos un adecuado desarrollo cognitivo, los descuidan, los dejan aguantar hambre, entre otras circunstancias que van a redundar en el desarrollo psicosocial del niño dentro de la escuela.

Las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) tienen el potencial de ser herramientas efectivas para facilitar el desarrollo de habilidades de argumentación en niños. Las TIC, gracias a su interactividad y capacidad de presentar información de manera atractiva y comprensible, pueden ser una excelente manera de enseñar y practicar habilidades de argumentación. Estas tecnologías permiten que los niños exploren diferentes puntos de vista, generen sus propias ideas y las defiendan de manera lógica y coherente. El entorno educativo y socioeconómico de los niños de 6-7 años en El Colegio El Paraíso presenta desafíos que pueden limitar el desarrollo de sus habilidades de argumentación. Factores como la falta de estrategias de enseñanza adecuadas, la percepción negativa de las TIC por parte de los docentes y las dificultades socioeconómicas y familiares pueden impedir el desarrollo efectivo de habilidades de argumentación en los niños.

Desde el punto de vista social, la educación es una herramienta clave para superar las desigualdades y ofrecer a todos los niños la oportunidad de desarrollarse plenamente, independientemente de su origen socioeconómico (Buitrago Bonilla, 2018). Los niños que provienen de familias de escasos recursos, merecen la mejor educación posible para tener la oportunidad de superar las adversidades y alcanzar sus metas.

Por otro lado, el desarrollo cognitivo del niño a la edad de 6-7 años es un periodo crítico para el desarrollo del pensamiento crítico y las habilidades de argumentación (Jiménez Albornoz y otros, 2020). El fomento de estas habilidades no sólo mejora el rendimiento académico del niño, sino que también le prepara para participar de manera efectiva en la sociedad como ciudadano crítico y reflexivo (UNESCO, 2016).

Desde la perspectiva de la calidad de la educación, es esencial que los docentes estén equipados con las estrategias y herramientas adecuadas para fomentar el desarrollo de las habilidades de argumentación en los niños (González Cetina & Peñaloza Caballero, 2022). El uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) puede ser un medio eficaz para lograrlo, siempre y cuando se utilicen de manera estratégica y se integren adecuadamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje (Carcaño Bringas, 2021).

Del mismo modo, la importancia de involucrar herramientas digitales en los procesos de enseñanza-aprendizaje, se enmarcan en una era digital en la que las TIC están cada vez más presentes en todos los aspectos del entorno y vida de cada ser humano (Mero-Ponde, 2021; Carcaño Bringas, 2021). Asegurarse de que los niños estén cómodos con estas tecnologías y puedan utilizarlas para apoyar su aprendizaje es vital para prepararlos para el mundo del siglo XXI.

Debe ser crucial entender cómo las TIC pueden facilitar el desarrollo de habilidades de argumentación en niños de 6-7 años en El Colegio El Paraíso, lo cual tiene implicaciones importantes para la equidad social, el desarrollo cognitivo del niño, la calidad de la educación y la preparación de los niños para la era digital.


 

Referencias

Bejarano Chamorro, J. A., & Mafla Ortega, L. d. (2019). Filosofía para niños: el programa que despierta la creatividad y el pensamiento crítico. Revista Unimar, 37(2), 107-131. https://doi.org/https://doi.org/10.31948/Rev.unimar/37-2-art7

Buitrago Bonilla, R. E. (2018). Transformaciones sociales y educativas desde procesos investigativos. Paxis & Saber, 9(21), 9-20. Retrieved 18 de Septiembre de 2019, from https://revistas.uptc.edu.co/index.php/praxis_saber/article/download/8922/7516/

Carcaño Bringas, E. (2021). Herramientas digitales para el desarrollo de aprendizajes. Revista Vinculando. https://vinculando.org/educacion/herramientas-digitales-para-el-desarrollo-de-aprendizajes.html

Chóez Plúa, J. L., Molina Monge, A., Caiza Cachipuendo, C., Caiza Gualotuña, J., Molina Jiménez, J., & Arias Collaguazo, O. (2023). Comunidad educativa y su influencia en el rendimiento escolar. Ciencia Latina Revista Científica Multidisciplinar, 7(3), 2189-2211. https://doi.org/https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v7i3.6342

González Cetina, M. A., & Peñaloza Caballero, N. Z. (2022). Desafío docente en instituciones públicas de Colombia en tiempo de pandemia y pospandemia. Revista Dialogus, 9(6), 41-53. https://doi.org/10.37594/DIALOGUS.VI9.713

Hernández Sampieri, R., Fernández Collado, C., & Baptista Lucio, P. (2014). Metodología de la investigación (Sexta ed.). México D.F: McGraw Hill.

Jiménez Albornoz, M. E., Riquelme Arredondo, A. A., & Londoño Vásquez, D. A. (2020). Literacidad como promoción del pensamiento crítico en la Primera infancia. Educere, 24(77), 117-134. https://doi.org/http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=35663240011

López Mendoza, M., Moreno Moreno, E. M., Uyaguari Flores, J. F., & Barrera Mendoza, M. P. (2022). El desarrollo del pensamiento crítico en el aula: testimonios de docentes ecuatorianos de excelencia. Areté, 8(15), 161-180. https://doi.org/https://doi.org/10.55560/arete.2022.15.8.8

Mero-Ponde, J. (2021). Herramientas digitales educativas y el aprendizaje significativo en los estudiantes. Revista Científica Dominio de las Ciencias, 7(1), 712-724. https://doi.org/http://dx.doi.org/10.23857/dc.v7i1.1735

Morandín-Ahuerma, F., Villanueva-Méndez, L., & Romero-Fernández, A. (2022). Alfabetización en ciencia y pensamiento crítico en el aula. Investigaciones regionales desde Puebla Nororiental. BUAP.

Reyes-González, D., & Martín-García, A. V. (2016). Creencias de docentes en formación que afectan el uso de recuros tecnológicos. Ciencia, Docencia y Tecnología, 27(53), 293-314). https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5752768

UNESCO. (2016). Tecnologías digitales al servicio de la calidad educativa. Una propuesta de cambio centrada en el aprendizaje para todos. OREALC/UNESCO Santiago. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000245115

Unicef. (2017). Estado muncial de la infancia 2017. Niños en un mundo digital. División de Comunicación de UNICEF. https://www.unicef.org/media/48611/file

Vinces Mera, G. E., & Restrepo Echavarría, R. (2022). Riesgos para los hijos de personas adictas a drogas o alcohol. Revista Psidial: Psicología y Diálogo de Saberes, 1(Edición especial), 45-60. https://doi.org/ https://doi.org/10.33936/psidial.v1iEspecial.4511

martes, 15 de agosto de 2023

Condiciones que en Colombia han desfavorecido la implementación de políticas públicas educativas -Una cuestión de calidad

 

De la Idealización a la Concreción –Distancias lejanas-

O

Del Dicho al Hecho Hay mucho Trecho.

Jairo Abelardo Centeno Villamizar[1]

 

Parece ser que de los temas que más innovaciones se han propuesto, la educación ocupa los primeros lugares. Todo el tiempo ha existido crisis educativa, principalmente en los países de América Latina, y el panorama se antoja inamovible. Algunos países han concretado mejores resultados que otros y una explicación lógica a ello puede ser que las políticas de largo plazo han sido favorecidas por la solidez de sus concepciones y bases.

El presente texto es un intento por entender el estancamiento en materia educativa que vive el país. Se toma como principal referente el módulo 2 de la política de Gestión Educativa Estratégica del gobierno argentino; además de los documentos que exponen el Modelo de Gestión Educativa Estratégica, que vienen consolidándose desde el año 2001 por el Instituto Internacional de Planeación de la Educación, (2008; Mejía-Reyna, 2010; & Escalante, y otros, 2009). Se establece como dinámica de trabajo el enfoque que ha sido desarrollado en Argentina para definir la Gestión Educativa como componente de calidad; posteriormente se hará referencia a las condiciones que en Colombia han desfavorecido la implementación de políticas públicas educativas que propendan por la calidad; finalmente, se hará una reflexión acerca de las condiciones sociales y políticas que impiden que el país desarrolle en el largo plazo una estrategia pública que permita la consolidación de la educación como principal arma para combatir la desigualdad y la pobreza; con todo esto se propone que la sabiduría popular tiene especial arraigo en Colombia, por ello “del dicho al hecho hay mucho trecho”.

Antes de entrar en contexto de las realidades educativas latinoamericanas, en especial la de Argentina, es preciso destacar la importancia de la gestión estratégica en función de la educación. Un artículo publicado en España por Seco y Martín Pérez, (2014), en el que se afirma que el comienzo de la adopción de una gestión educativa estratégica –además de ser la más conveniente-, obedece al interés por desarrollar en los estudiantes competencias, el aprender haciendo a lo largo de la vida. Más específicamente, los autores exponen que

Nuestro sistema educativo debe apoyar esta tarea por medio de sistemas flexibles, la variedad de itinerarios y la acreditación de los conocimientos formales, no formales e informales, que permitan la entrada al sistema en cualquier momento de la vida para adquirir las competencias necesarias y afrontar, desde una formación de calidad, los nuevos retos de la sociedad. Por ello, se hace necesario un cambio de modelo, tanto en el diseño, la planificación y el desarrollo de las políticas públicas como el proceso de enseñanza-aprendizaje, es preciso para conseguirlo la utilización de modelos y herramientas de gestión de la calidad aplicadas al sector educativo que permitan la integración de la educación por competencias en todos los niveles educativos (Seco & Martín Pérez, 2014, pág. 53).

Esta postura, es en sí una medida para afrontar la crisis económica y social que desde hace varios años afronta no solo España, sino varios países que pertenecen a la Unión Europea, quienes encuentran en la educación, salidas conscientes, soluciones pertinentes y avances significativos hacia la construcción de democracias más sólidas. No obstante, todo esto parte de la voluntad no solo de la nación, sino de sus propios dirigentes. En Argentina, desde el 2001 han iniciado una renovación de sus realidades políticas y sociales a partir de la educación. Es de aclarar que se postulan estos cambios a la luz de la voluntad de la nación y sus líderes propendiendo por el bienestar del pueblo.

A través de la UNESCO, el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación con asiento en Buenos Aires y el ministerio de Educación de la Nación, un grupo de investigadores, pedagogos y otros contribuyentes, se postula la Gestión Educativa Estratégica, cuyas respectivas revisiones y reformas han sido publicadas periódicamente con el objeto de ser guías y garantes de la transformación de la educación iniciada en Argentina con posible extensión a países latinoamericanos. El principal planteamiento del módulo dos consiste en contrastar la administración escolar con la gestión educativa, quedando claro que esta última es la pertinente para la modernización de la educación, mientras que la primera –aún vigente en muchas visiones tradicionalistas- es una forma descontextualizada de atender los desafíos que la tecnología y los cambios estructurales, sociales y económicos requieren. Sin embargo, tal como se plantea en el documento, son muchas las situaciones que pueden considerarse como meras hipótesis de lo que finalmente debería ser la educación; planteamientos que de por sí, se perciben más como retos de la modernidad, y de los que se hablará durante muchos años, debido a la ineficacia de los medios para apropiarlos. Ejemplo de lo anterior se manifiesta cuando en el módulo 2 se habla de gestión educativa estratégica

Actualmente se asume que la tarea fundamental en el rediseño de las organizaciones escolares es revisar la disociación existente entre lo específicamente pedagógico y lo genéricamente organizacional. Esto supone visualizar que la palanca de las transformaciones educativas radica en una gestión integrada de la institución educativa estratégica. Sólo una profunda transformación de la forma de trabajo en educación permitirá situar al sistema educativo en óptimas condiciones de avanzar hacia los objetivos estratégicos que lo están desafiando: calidad, equidad, pertinencia del currículo y profesionalización de las acciones educacionales (Instituto Internacional de Planeación de la Educación, 2008, pág. 15).

De lo anterior, se rescatan expresiones como “supone visualizar”; “profunda transformación de la forma de trabajo en educación permitirá…” y “avanzar hacia los objetivos estratégicos que lo están desafiando”, son los elementos fundamentales de la presunción de reto, de la complejidad de la tarea, de situaciones que aún siguen siendo hoy una utopía de quienes planean los rumbos de la educación.

Por otra parte, y según el módulo 2, la gestión educativa estratégica requiere de al menos 14 características que favorecen este sistema de dirección; dentro de estos, son varios los que se formulan de manera ambigua, como por ejemplo “capacidad de experimentar; gusto por el riesgo;”; mientras que otros, son más complejos y su realización depende de múltiples factores ajenos al líder-gestor “exploración permanente de las oportunidades; saberes y prácticas de colaboración” (2008, pág. 32).

Pese a lo anterior, son dos condiciones en las que pueden catalogarse todos los países latinoamericanos frente a la educación como tema. Se trata de países abiertos a las potencialidades de la innovación como componentes de la redirección de rumbos hacia nuevas políticas educativas; mientras que otros, tranzados en la resolución de conflictos internos, guerras civiles y contiendas por el poder han encontrado formas de mantenerse inmóviles frente a las demandas de concebir la transformación de la educación. Este último sería el peor tipo de país para progresar a partir de la educación; entre tanto, de los tres principales problemas de una nación –empleo, crisis económica y escasa confianza en el sistema político-administrativo-, la solución está apostada en la educación (Seco & Martín Pérez, 2014).

De todo esto, aún no es prudente afirmar que la gestión educativa estratégica sea la única o mejor solución a la crisis social de un país. Si por analogía se explica que “La gestión del cambio es una preocupación de las organizaciones, para lo cual es preciso encontrar un alineamiento adecuado en el pensamiento estratégico de sus integrantes” (Blázquez Manzano, 2013). Postulando con esto que mientras quienes administran una nación, no estén plena y mutuamente convencidos de las potencialidades de la gestión, no puede esta asumirse como panacea; máxime si se tiene en cuenta una publicación de una de las revistas más prestigiosas del mundo, Elsevier, en donde se concluye que la gestión estratégica requiere de una inteligencia estratégica –liderazgo-, de tal manera que esta última “se convierte en catalizador y una herramienta apropiada para el crecimiento del desempeño de las organizaciones” (Aguirre, 2015, pág. 109); sin embargo, para este autor, aún no se han realizado estudios suficientes sobre este tema.

Por lo pronto, quedan como aportes hacia la modernización de los sistemas educativos, aspectos del módulo dos tales como el “Fortalecimiento de la cooperación profesional a todo nivel, integración de funciones antes separadas como diseño y ejecución, reorganización de la comunicación a partir de las redes y, sobre todo: la generación de nuevas competencias de alto orden” (Gestión Educativa Estratégica, módulo 2, 2008, pág. 19). Con este tipo de orientaciones, es posible coincidir con la postura de Salmasi Villarroel y Sánchez Carreño, (2013), quienes consideran fundamental la democratización de la escuela, de convertirla en centros de participación y ciudadanía; aunque para ellos, la gestión escolar esté determinada por el liderazgo y por la elaboración de proyectos educativos para favorecer la autonomía.

En cuanto al contexto nacional, ¿cómo puede hablarse de gestión educativa en una institución cuyos líderes chocan entre ideologías y concepciones de la praxis pedagógica y/o administrativa?; ¿cómo se supera a través de la gestión estratégica las limitaciones institucionales relacionadas con la canasta básica, cuya contratación está fuera del límite institucional? Una cosa es concebir e idealizar la gestión como proceso que catapulta la calidad de la educación y otra muy distinta es la imposibilidad desde la limitación de la acción en la solución de problemáticas que dependen de las políticas gubernamentales.

¿Cómo conseguir trabajo en equipo en una institución donde los docentes no tienen el mismo nivel de compromiso? En una institución educativa pública, con más de treinta docentes, se pueden encontrar tres tipos de educadores: a) quienes tienen todo tipo de prebendas por parte del estado, económicamente están muy bien remunerados; llevan años trabajando, pero su nivel de compromiso es mínimo, ni siquiera aportan en reuniones cuando llegan a asistir; b) un grupo de docentes que económicamente se siente mal remunerado frente al primer grupo descrito, por más que quisieran estudiar o prepararse, sienten que no vale la pena prepararse, puesto que incurrirán en gastos que no representarán retribuciones económicas posteriores; y c) un grupo de docentes recién integrados a un nuevo sistema de escalafón, cuyo compromiso está ligado estrictamente al alcance de objetivos planeados y de la evaluación objetiva que se haga al finalizar el año escolar. Este último grupo de docentes, se sienten obligados a mejorar su currículum vitae en provecho de sus intereses profesionales y/o económicos.

Hasta que las diferencias no solo salariales, sino constitutivas, formativas, de preparación docente, de búsqueda de progreso superen los ideales de corrupción que priman en Colombia, no habrá gestión educativa estratégica que valga. De los principales factores que se han tenido en cuenta sobre la educación en este país, se ha visto sacrificada la calidad, por darle prioridad a la cobertura. Así se evidencia en el informe final sobre educación en Colombia: retos en equidad y calidad “Las reformas adoptadas permitieron una rápida expansión de la oferta pública educativa y un aumento significativo de las coberturas brutas en todos los niveles, especialmente en la educación básica secundaria” (Delgado, 2014).

Nuestro país está estancado en una cruda guerra donde la corrupción ha sido uno de los factores más influyentes y decisivos para la perpetuidad de este fenómeno. Suenan aires de paz, pero hace falta aún compromiso de parte de los líderes; se plantean nuevos retos como el de Colombia la más educada del 2025, pero hace falta infraestructura apropiada y políticas de aseguramiento de la calidad del docente encargado de formar los nuevos ciudadanos. Se pide desarrollo y progreso, pero no hay pensamiento crítico que en la escuela posibilite al estudiante a conseguir mejores oportunidades de empleo y de formación superior.

Cada cabeza es un mundo y por lo tanto, de lo que alguien dice, hasta lo que ese mismo alguien hace, la distancia no solo se mide en kilómetros, sino en años. Consolidar una política educativa en el país, de largo aliento está limitada por la continuidad que los líderes que la asuman en compromiso mutuo hacia la realidad de una Colombia verdaderamente educada. Hay que seguir el ejemplo de países latinoamericanos como Argentina, Chile y Brasil quienes le han apostado a la educación para superar sus propias limitaciones. Cuando todo esto sea tenido en cuenta, podremos saber qué tanta distancia separa al dicho del hecho.

 

Referencias

 

Aguirre, J. (2015). Inteligencia estratégica: un sistema para gestionar la innovación. Estudios Gerenciales, 31(134), 100-110. Obtenido de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=21233043011

Blázquez Manzano, A. (2013). Un modelo de pensamiento estratégico para favorecer la gestión del cambio en las organizaciones. AD-minister(23), 9-24.

Delgado, M. (2014). La educación básica y media en Colombia: retos en equidad y calidad. Fundación Konrad Adenauer. Bogotá: Fedesarrollo.

Escalante, C., Mejía-Reyna, J. A., Ramos, J., Villa, M. A., Aranda, M. T., & Segundo, M. (2009). Modelo de Gestión Educativa Estratégica. Buenos Aires: Secretaría de Educación Pública. Obtenido de http://es.slideshare.net/adalrodriguez/modelo-de-gestion-educativa-estrategica1

Instituto Internacional de Planeación de la Educación. (15 de Noviembre de 2008). Colombia Aprende. Recuperado el 26 de Febrero de 2016, de http://www.colombiaaprende.edu.co/html/home/1592/articles-189023_archivo_2.pdf

Mejía-Reyna, J. A. (2010). Modelo de gestión educativa estratégica. Buenos Aires: Secretaría de Educación Pública. Obtenido de http://benu.edu.mx/wp-content/uploads/2015/03/Modelo_de_Gest_Modulo1.pdf

Salmasi Villarroel, N., & Sánchez Carreño, J. A. (2013). La gestión escolar desde los proyectos educativos. SABER. Revista Multidisciplinaria del Consejo de Investigación de la Universidad de Oriente, 25(3), 254-258. Obtenido de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=427739463003

Seco, P. M., & Martín Pérez, S. (2014). Del pensamiento a la acción..., creando valor público. Herramientas de la gestión estratégica para la integración de las competencias en el sistema educativo. Gestión y Análisis de las Políticas Públicas(11), 52-68. Obtenido de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=281531271004

 

 



[1] Licenciado en Lengua Castellana y Comunicación de la Universidad de Pamplona; Especialista en Gerencia Educacional con la UPTC; Magíster en Educación con la UNAL.

Gerencia Participativa en una Institución Educativa

 

Indagación sobre la Gerencia Participativa en una Institución Educativa de Aguazul Casanare

 

Preparado por:

Jairo Abelardo Centeno Villamizar[1]

Felipe Hernández Martínez[2]

 

Presentación de la Institución Educativa Jorge Eliecer Gaitán de Aguazul

 

Ubicada en el casco urbano del municipio de Aguazul – Casanare, la Institución Educativa (IE), cuenta con un promedio de 950 estudiantes de bachillerato (aunque tiene otras sedes donde se atiende a población escolar primaria) y 32 docentes que atienden esta población estudiantil de futuros profesionales.

En la imagen proporcionada por el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) por sus siglas en inglés, de Google Earth, se puede apreciar la ubicación al margen del casco urbano del municipio. La infraestructura es adecuada para el número de estudiantes que atiende. Cuenta con amplios espacios deportivos, laboratorios, salas de sistemas, auditorio, cafetería, restaurante, amplias zonas verdes, jardines y parqueaderos.

 En la siguiente fotografía, tomada por los integrantes del grupo que realizan el estudio, se puede apreciar en detalle, la calidad de la infraestructura, al igual que se puede constatar la amplitud de los espacios. Los salones están distribuidos en dos bloques, cada bloque tiene dos pisos con salones a lado y lado separados por plaza de desplazamiento.

  

Análisis de la Población Objeto de Estudio

 Los docentes que trabajan en la IE, son todos licenciados, la mayoría con especialización o maestría. El coordinador de convivencia es Administrador de empresas con especialización en pedagogía. El coordinador académico es licenciado en básica con énfasis en matemáticas, tiene una especialización en educación.

Los docentes que participaron en el estudio, trabajan desde hace –al menos- seis años en la IE, con excepción de uno de ellos que llegó hace dos meses. Tres de los profesores encuestados, han trabajado en la IE desde que esta se fundó. La ficha técnica de la encuesta se puede resumir en el siguiente cuadro:

 

Tabla 1. Docentes de la IE Jorge Eliecer Gaitán de Aguazul

Encuestados

Profesoras

9

Profesores

6

Total

15

Fuente: elaboración propia.

 

 

Análisis de Resultados

 El cuestionario que se aplicó, fue contestado por trece (13) docentes y dos (2), directivos docentes. Las preguntas se agruparon para su análisis a partir de las orientaciones de Bastidas y Pacheco (2011), acerca de la gerencia participativa. Esta agrupación se especifica en la tabla 2, la cual corresponde a la forma como deben evaluarse las respuestas de los docentes y docentes directivos que participaron en el ejercicio de proveer su percepción acerca de la gerencia participativa que se promueve al interior de la IE Jorge Eliecer Gaitán del Municipio de Aguazul.

Las respuestas al instrumento, definidas en la escala Likert, sirven como índice de percepción de asuntos concretos que pueden estar fallando; a la vez que aportan información fundamental para el ajuste de las distintas acciones que se tienen en cuenta a la hora de orgnaizar la IE, en el marco de la implementación de estrategias bien definidas, características de un buen líder (Murillo, 2006).

 

Tabla 2. Agrupación de preguntas por dimensión.

Dimensión

Indicador

Nº Ítem

Gestión

Capacitación; Motivación permanente; Coordinación de esfuerzos

1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9

Liderazgo

Capacidad de imaginación creadora; Retos personales; Apertura al cambio

10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17

Comunicación

Reuniones constantes; Comunicación bidireccional; Escucha activa;

18, 19, 20, 21, 22, 23, 24

Trabajo en Equipo

Organización de equipos; Asignación de responsabilidades; Definición de tareas

25, 26, 27, 28, 29, 30

 

Fuente: Adaptación de  Bastidas y Pacheco (2011).

  

Dada la clasificación, se procede a mostrar los resultados de la encuesta que se aplicó a los docentes de la IE.

 

Tabla 3. Análisis de la dimensión Gestión

*Coordinadores

Indicador

Siempre

Casi Siempre

Algunas veces

Casi nunca

Nunca

Total

Capacitación

0%

0%

67%

17%

16%

100%

Motivación permanente

17%

50%

0%

33%

0%

100%

Coordinación de esfuerzos

67%

33%

0%

0%

0%

100%

Promedio

28%

28%

22%

17%

5%

100%

**Docentes

Indicador

Siempre

Casi Siempre

Algunas veces

Casi nunca

Nunca

Total

Capacitación

0%

18%

38%

36%

8%

100%

Motivación permanente

3%

5%

38%

41%

13%

100%

Coordinación de esfuerzos

0%

18%

38%

41%

3%

100%

Promedio

1%

14%

38%

39%

8%

100%

Pearson: *p<0.001 con diferencia significativa entre respuestas (casi siempre y siempre) y negativas (casi nunca y nunca) en coordinadores.

 

**p<0.001 con diferencia significativa entre respuestas (casi siempre y siempre) y negativas (casi nunca y nunca) en docentes.

Fuente: Adaptado de Bastidas y Pacheco (2011).

 

De los resultados, se puede apreciar una contradicción en la percepción que tienen docentes y coordinadores en cuanta a la dimensión denominada gestión. Para los coordinadores, la gestión sí es positiva (28%); mientras que para los docentes es inapropiada (7,5%). Mientras la gestión, para los docentes está entre el casi nunca y el algunas veces, para los coordinadores se sitúa la gestión en la posibilidad del siempre y casi siempre. Del grupo de docenes se puede encontrar que la motivación permanente (64%) se da de manera esporádica o lo que significa, casi nunca o nunca, mientras que los coordinadores la evalúan como constante (67%); de esta situación, se puede inferir, que las palabras y acciones que los coordinadores usan con sus docentes, para ellos son motivantes, pero para los docentes no lo son.

 

Tabla 4. Análisis de la dimensión Liderazgo

*Coordinadores

Indicador

Siempre

Casi Siempre

Algunas veces

Casi nunca

Nunca

Total

Capacidad e imaginación creadora

0%

15%

57%

28%

0%

100%

Retos personales

4%

23%

54%

15%

4%

100%

Apertura al cambio

0%

20%

54%

18%

8%

100%

Promedio

1%

19%

55%

20%

4%

100%

**Docentes

Indicador

Siempre

Casi Siempre

Algunas veces

Casi nunca

Nunca

Total

Capacidad e imaginación creadora

33%

0%

67%

0%

0%

100%

Retos personales

25%

75%

0%

0%

0%

100%

Apertura al cambio

50%

35%

17%

0%

0%

100%

Promedio

36%

37%

28%

0%

0%

100%

Pearson: *p<0.001 sin diferencia significativa entre respuestas (casi siempre y siempre) y negativas (casi nunca y nunca) en coordinadores.

 

**p<0.001 con diferencia significativa entre respuestas (casi siempre y siempre) y negativas (casi nunca y nunca) en docentes.

Fuente: Adaptado de Bastidas y Pacheco (2011).

 

De la tabla 4 se puede resaltar un mayor porcentaje de la opción neutra para definir el liderazgo en cuanto a la percepción de los coordinadores, estando inclinada la percepción hacia la carencia; esto se puede asumir como una postura autocrítica acerca de las acciones que han estado realizando al interior de la institución. Por otra parte, los docentes, a pesar de las situaciones evidenciadas en la categoría anterior, referida a la gestión, en la de liderazgo, aplauden más estas habilidades; reconocen que el esfuerzo se ha hecho. Llama la atención que las casillas, nunca y casi nunca no fueron tocadas por los docentes para definir el liderazgo de los directivos institucionales. En la opción Algunas veces se registra el mayor movimiento de la percepción de los directivos encuestados, mientras que en los docentes es la opción casi siempre.

 En la tabla 5 se detallan los resultados de la dimensión Comunicación, donde se puede apreciar marcadas diferencias entre la percepción de los coordinadores y la percepción de los docentes encuestados. Es natural en esta IE que lo que planean y organizan los coordinadores, sea subvalorado por lo que parece percibir cada docente que participa en esta muestra. Los coordinadores consideran que su nivel de escucha es bastante bueno (50%), mientras que para los docentes son escuchados algunas veces (69%). Para los coordinadores la comunicación bidireccional y las reuniones constantes son siempre o casi siempre necesarias y provechosas; mientras que para los docentes, estas reuniones y la comunicación es esporádica o infrecuente. Con estos resultados, se pone de manifiesto que una cosa es lo que piensan los directivos que están logrando con las acciones que realizan, y otra muy distinta es la que reflejan los docentes acerca de la gestión que realizan sus superiores.

 

Tabla 5. Análisis de la dimensión Comunicación

*Coordinadores

Indicador

Siempre

Casi Siempre

Algunas veces

Casi nunca

Nunca

Total

Reuniones constantes

17%

33%

17%

33%

0%

100%

Comunicación bidireccional

20%

40%

20%

20%

0%

100%

Escucha activa

25%

50%

25%

0%

0%

100%

Promedio

21%

41%

21%

17%

0%

100%

**Docentes

Indicador

Siempre

Casi Siempre

Algunas veces

Casi nunca

Nunca

Total

Reuniones constantes

5%

23%

41%

23%

5%

100%

Comunicación bidireccional

0%

8%

58%

19%

15%

100%

Escucha activa

0%

12%

69%

11%

8%

100%

Promedio

2%

14%

56%

18%

10%

100%

Pearson: *p<0.001 sin diferencia significativa entre respuestas (casi siempre y siempre) y negativas (casi nunca y nunca) en coordinadores.

 

**p<0.001 con diferencia significativa entre respuestas (casi siempre y siempre) y negativas (casi nunca y nunca) en docentes.

Fuente: Adaptado de Bastidas y Pacheco (2011).

 

Finalmente, la última categoría de trabajo con docentes y coordinadores, denominada “Trabajo en Equipo”, tiene su particularidad. Existe una diferencia significativa entre las respuestas casi siempre y casi nunca para el caso de los coordinadores; una diferencia de 50 puntos porcentuales en promedio a favor de la segunda, donde la organización de los equipos y la definición de las tareas son las más representativas con un 75% y 67% respectivamente. En este sentido, se podría pensar que los coordinadores, se autocritican severamente acerca de su trabajo; en esta ocasión, se puede percibir que los coordinadores reconocen y dan la razón a los directivos docentes en cuanto a la organización de trabajos en la búsqueda y consecución de resultados. Llama la atención que las respuestas Siempre y Nunca para el caso de los coordinadores, están en ceros; es decir que los absolutos no son considerados una constante, ni siquiera una posibilidad dentro de la gestión de trabajo en equipo que lideran estos dos personajes de la vida educativa del colegio Jorge Eliecer Gaitán.

Por otra parte, del análisis de los resultados de la percepción de los docentes sobre el trabajo en equipo, se puede resaltar una cercanía en cuanto a las respuestas Casi Siempre, Algunas Veces y Casi Nunca; dejando de manifiesto que la organización en equipos, la asignación de responsabilidades y la definición de tareas, son labores que los coordinadores realizan medianamente bien, coincidiendo con ellos en cierto sentido dada la autocrítica referida anteriormente. La mayoría de docentes (46%), afirman que la asignación de responsabilidades es una de los asuntos que más se presenta en el trabajo en equipo. Otro aspecto que se puede contrastar, recae en la consideración de algunos docentes que califican la asignación de responsabilidades con la respuesta Siempre (8%) y definición de tareas en esa misma respuesta (4%), concesión que no se hacen a sí mismos los coordinadores. También está el otro extremo en la misma comparación docentes-coordinadores: si bien, los coordinadores no se dieron tan duro al dejar la opción de respuesta Nunca en blanco, algunos docentes opinan lo contrario al marcar la organización en equipos (4%) y definición de tareas (5%), acrecentando –aunque sea un poco- la diferencia de opiniones, la radicalidad y la valoración de lo que los coordinadores han realizado en este sentido.

 

Tabla 6. Análisis de la dimensión Trabajo en Equipo

*Coordinadores

Indicador

Siempre

Casi Siempre

Algunas veces

Casi nunca

Nunca

Total

Organización de equipos

0%

25%

0%

75%

0%

100%

Asignación de responsabilidades

0%

0%

50%

50%

0%

100%

Definición de tareas

0%

16%

17%

67%

0%

100%

Promedio

0%

14%

22%

64%

0%

100%

**Docentes

Indicador

Siempre

Casi Siempre

Algunas veces

Casi nunca

Nunca

Total

Organización de equipos

0%

19%

46%

31%

4%

100%

Asignación de responsabilidades

8%

46%

15%

31%

0%

100%

Definición de tareas

3%

20%

46%

26%

5%

100%

Promedio

4%

28%

36%

29%

3%

100%

Pearson: *p<0.001 con diferencia significativa entre respuestas (casi siempre y siempre) y negativas (casi nunca y nunca) en coordinadores.

 

**p<0.001 sin diferencia significativa entre respuestas (casi siempre y siempre) y negativas (casi nunca y nunca) en docentes.

Fuente: Adaptado de Bastidas y Pacheco (2011).

 

Conclusiones

 La encuesta deja observar a simple vista que en la institución educativa Jorge Eliecer Gaitán no se cuenta una gerencia participativa, puesto que no se tienen definidos claramente los procesos y metodologías adecuados para la interlocución entre los docentes y directivos docentes o lo que es lo mismo, la comunicación entre ellos no fluye dada la contradicción de las percepciones.

El nivel de trabajo en equipo en la institución educativa se encuentra en un nivel básico, dejando con esto consecuencias negativas para el crecimiento de los procesos académicos.

Se observa que los directivos docentes carecen del liderazgo necesario para poder ejecutar las ideas que surgen de los docentes; y con ello imposibilitando la participación de los docentes en los procesos académicos de la institución educativa.

Es un ejercicio adecuado la aplicación de encuestas para poder analizar y saber cuál es la posición de las diferentes partes (docentes y directivos docentes) acerca de las diferentes situaciones que ocurren en la institución educativa.


 

Recomendaciones

Es importante implementar en la institución educativa Jorge Eliecer Gaitán un programa de comunicación asertiva.

El trabajo en equipo debe ser un factor primordial para los directivos de la institución educativa, dándole a este un rango de importancia bastante alto.

Se debe establecer un programa para la consulta de propuestas, inquietudes y quejas que verdaderamente sea funcional; es de importancia establecer las opiniones de las situaciones académicas que involucran la planta docente de la institución educativa.

 

Referencias

Bastidas, G. A., & Pacheco, J. G. (2011). Gerencia participativa y la promoción social en escuelas urbanas, Municipio Trujillo, Estado Trujillo, Venezuela. Revista Educación, 35(2), 1-31.

Murillo, F. J. (2006). Una dirección escolar para el cambio: del LIderazgo transformacional al Liderazgo distribuido. REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 4(4e), 11-24.

 

 



[1] Magíster en Educación (UNAL)

[2] Magíster en Educación (Uniminuto)